El presidente de México aseguró que tanto él como su administración respetan a todas las iglesias, en especial a la católica, luego de que la Conferencia del Episcopado Mexicanos (CEM), acusó conjeturas a la ligera sobre el caso del obispo Salvador Rangel.
Durante su conferencia de prensa matutina, el mandatario mexicano expresó que en su gobierno no están acostumbrados a mentir.
“Nosotros siempre actuamos con apego a la verdad y de ninguna manera nos proponemos hacerle mal a nadie y esto incluye el respeto a instituciones que tienen que ver con el ejercicio de la fe, de la espiritualidad, no afectamos, no nos oponemos, no estamos en contra de ninguna religión, somos defensores de la libertad de creencia”, declaró el jefe del Ejecutivo federal.
Cabe recordar que el secretario general del CEM, Ramón Castro Castro, afirmó que el caso del obispo emérito de Chilpancingo tiene todas las características de persecución y acusó que se utilizó una “fábrica” de miles de bots de “ya saben quien” para atacar a la iglesia.
“Por si fuera poco, esta situación ha sido tomada como un instrumento político. Miles de bots, personas interesadas en dañar la autoridad moral de la iglesia, que por gracia de Dios ha retomado una fuerza, han visto la oportunidad, miles, miles, es una fábrica de bots de ‘Ya saben quien’, está atacando a la iglesia y dijeron ‘vamos a aprovechar este momento y vamos a darle con todo para que la iglesia pierda su autoridad moral”, expresó el también obispo de la diócesis de Cuernavaca.