Las lluvias de las últimas horas obligaron a suspender las labores de salvamento en Porto Alegre, la capital regional, donde aún hay barrios completamente inundados
Las devastadoras inundaciones al sur de Brasil han dejado hasta el momento 108 fallecidos,136 desaparecidos, 374 heridos, y cerca de 1.5 millones de damnificados en Rio Grande do Sul, donde las lluvias han causado una destrucción sin precedentes en el país, de acuerdo con un balance presentado por la Defensa Civil.
El otro fallecido se registró en el vecino estado de Santa Catarina, que también se vio afectado por el intenso temporal de la última semana, aunque en menor grado.
En Rio Grande do Sul se han visto afectados 425 municipios, algunos de los cuales están totalmente sumergidos bajo el agua y donde 6.200 han quedado totalmente destruidas, según datos parciales de la Confederación Nacional de los Municipios.
Alrededor de 232.000 personas han sido evacuadas de sus hogares y trasladadas a albergues o las casas de sus parientes, de acuerdo con la Defensa Civil.
Cientos de policías, bomberos, militares y voluntarios se afanan aún hoy para rescatar a la población que todavía está incomunicada por el elevado nivel del agua y que empieza a sufrir con la falta de víveres.
Además, las lluvias de las últimas horas obligaron a suspender las labores de salvamento en Porto Alegre, la capital regional, donde aún hay barrios completamente inundados y el principal aeropuerto estará cerrado por lo menos hasta finales de este mes.
El fuerte temporal se desató el lunes de la semana pasada y continuó los días siguientes provocando cuantiosos daños en carreteras, puentes, viviendas y dejando sin luz, ni agua potable a buena parte de la población de Rio Grande do Sul.
Las inundaciones también han dejó imágenes como el rescate de un caballo que quedó varado en un techo en la ciudad de Canoas, en Rio Grande do Sul. El rescate fue realizado por elementos del ejército brasileño con el apoyo del Departamento de Bomberos local y veterinarios.
La rescate del caballo apodado «Caramelo», causó revuelo en redes sociales e incluso el alcalde de Canoas, Jairo Jorge, dijo en una entrevista previa al canal GloboNews que para rescatar al caballo iba a ser necesario el uso de un helicóptero, pero al final solo se necesitó una embarcación.
Rio Grande do Sul, un importante polo agropecuario, ya sufrió el año pasado fenómenos climáticos extremos, con raros ciclones extratopicales, que también provocaron graves estragos, aunque lejos de la envergadura de este último.
Los especialistas meteorológicos han asociado la intensidad de estos temporales al cambio climático.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó el miércoles, durante un acto para presentar inversiones en áreas de infraestructura y prevención de desastres naturales, que esta tragedia climática es «un aviso para el mundo» y «una factura que le está pasando el planeta» a la humanidad.