ROMA — El papa Francisco insistió el viernes en su campaña para instar a los italianos a tener hijos, al tiempo que pidió políticas a largo plazo para ayudar a las familias y advirtió que la crisis demográfica del país amenaza su futuro.
“El número de nacimientos es el primer indicador de la esperanza de un pueblo”, afirmó el pontífice argentino en una reunión anual de grupos profamilia. “Sin niños y jóvenes, un país pierde su deseo de futuro”.
Fue el último llamado papal para que Italia — y Europa — inviertan lo que ha calificado de invierno demográfico que afecta a muchos países industrializados.
La tasa de natalidad de Italia, que es una de las más bajas del mundo, no ha dejado de bajar en los últimos 15 años y el año pasado batió su peor marca con 379.000 nacimientos.
Con el firme respaldo del Vaticano, el gobierno de la primera ministra ultraderechista Giorgia Meloni ha puesto en marcha una campaña para fomentar que se alcancen al menos los 500.000 nacimientos anuales para 2033, una tasa que los demógrafos dicen que es necesaria para evitar el colapso económico debido al peso del envejecimiento de la población.
Francisco pidió estrategias políticas y medidas a largo plazo para animar a las parejas a tener descendencia, incluyendo el fin de los contratos de trabajo precarios y los impedimentos para la compra de una vivienda, además de alternativas viables para que las mujeres no tengan que elegir entre la maternidad y su carrera profesional.
“El problema de nuestro mundo no es que nazcan niños: es el egoísmo, el consumismo y el individualismo, que hacen que las personas se sientan saciadas, solas e infelices”, afirmó el papa.
Se espera que el pontífice siga haciendo hincapié en su llamado demográfico durante el próximo Año Santo 2025, que tiene como tema principal la esperanza. En el decreto oficial del Jubileo, o bula papal, que se promulgó el viernes, Francisco pidió un nuevo pacto social entre los cristianos para animar a las parejas a abrirse a tener hijos.