Ciudad de México.– Más que componer un disco, Chetes quería experimentar sin límites cuando comenzó a trabajar en lo que ahora es su álbum Polvo de Estrellas.
Con ocho álbumes como solista a su espalda, sin contar los que grabó con su primera banda, Zurdok, y con las alternas Vaquero y Mexrrissey, el músico, de 44 años, buscaba una manera de no repetirse y de transitar por caminos diferentes, ambición que lo llevó a crear guiado por el instinto.
En su mente, el resultado sería un material sencillo, de poca instrumentación y de posibilidades comerciales limitadas, pero se ha sorprendido por la manera en que su nueva apuesta creció.
«Terminó siendo todo lo contrario a mi idea principal: se hizo con muchos instrumentos, vientos, cuerdas, arpas, marimbas, y ya una vez que estaba sucediendo, dije: ‘Bueno, me voy a rendir y seguirle, que sea lo que tenga que ser el álbum’.
«Todo embonaba, no hubo un momento en que algo no me gustara porque estaba muy abierto. Es mágico porque es como si el disco hubiera florecido», explicó Chetes, en entrevista.
Polvo de Estrellas apenas dura 28 minutos, en los que corren los ocho temas que lo integran.
Luis Gerardo Garza Cisneros, nombre completo del artista, apuntó que está ordenado en la misma manera en que cada pieza fue compuesta, por lo que su viaje arrancó con «Por Un Amor».
Chetes no lo pensaba demasiado, las primeras ideas que tenía, comenzaba a desarrollarlas en el momento y de inmediato las enviaba a Calexico, músicos que fueron sus cómplices en este álbum, un ejemplo de arte colaborativo.
«‘Por Un Amor’ se la mandé a Sergio Mendoza, del grupo, para que le metiera un acordeón y ver si con eso tenía otra esencia. Era para experimentar algo diferente a lo que hice en el disco anterior, y me respondió que a todos los de Calexico les encantó y querían tocar.
«Me preguntó si no tenía más, entonces compuse otra, ‘Volverás’, y el proceso fue el mismo.
Ellos le dieron un toque distinto, yo pensaba que una rola iba a ir por un lado y ellos la llevaron por otro con otro tipo de instrumentos», recordó.
Si bien quería intentar cosas distintas, el intérprete de «Querer» se mantuvo fiel a su proceso compositivo vivencial, por lo que partió de emociones propias en sus letras: «Todo», por ejemplo, es un amoroso mensaje para su esposa, y «Polvo de Estrellas» está inspirada en su proceso de duelo por la muerte de su suegra, ocurrida hace dos años.
«Hacer algo como esto era supernecesario porque sentía que no estaba evolucionando, me sentía como atrapado, y una vez que comienza la colaboración, tenía compañeros para rebotar ideas. Eso cambió toda la dinámica. Me sentí emocionado con el proyecto: si tú no estás emocionado, creo que ya las cosas no fluyen», dijo.
¡Listo para ir a tu casa!
A la par que Chetes presenta un disco que lo lleva por sonidos en los que no se había probado, decidió armar una gira que lo lleva a sus orígenes: En KAsas, donde se meterá al hogar de algunos fans.
Quienes deseen recibir un show deben enviar fotos y características de su casa al creador del concepto, quien evaluará que sean lugares óptimos para albergar un pequeño escenario y que puedan entrar desde 100 hasta 200 personas.
Solamente se anunciarán las fechas, y unos días antes de cada show les harán llegar cada dirección a quienes hayan comprado boletos. Esta semana tocará en Metepec, Pachuca y CDMX.
«Es con guitarra acústica y una cercanía increíble. Después se arma la firma de autógrafos y platicas con los fans. Me han contado historias bien padres de personas que se casaron con mis rolas o con hijos que están tocando la guitarra por mí. Eso inspira mucho, me recuerda mucho cuando empecé», compartió.